La metanización produce biogás, que puede utilizarse como combustible, luego de ser tratado y limpiado. El motor térmico arrastra un generador que produce electricidad. El calor liberado por el motor es transferido en forma de agua caliente por conexión hidráulica hacia el invernadero.
Es un biorreactor en el cual la materia orgánica entra en contacto con bacterias en condiciones óptimas de temperatura y humedad para producir metano y compost.
El motor transforma la energía contenida en el biogás y produce electricidad. Las piezas mecánicas en movimiento se calientan. La energía recuperada por los diferentes circuitos de refrigeración es transferida al invernadero.
El motor debe tener un funcionamiento continuo. Las necesidades en energía del invernadero varían en el transcurso del día según las condiciones exteriores. Para permitir una regulación armoniosa, seleccionamos sistemas de regulación que orientan los flujos de energía y aseguran un adecuado aprovisionamiento al motor.
La espirulina es una microalga fotosintética cuyo crecimiento depende de la irradiación y las condiciones de temperatura en las que de desarrolla. Realizamos estanques de espirulina con calefacción en invernaderos, asociados con instalaciones de metanización, que permiten de este modo valorizar una fuente natural de energía térmica.
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